
La hispanidad. Fuente de civilización.
HISTORIA DE LA IGLESIA
España fue la primera potencia europea que identificó a los indígenas de los territorios descubiertos como hijos de Dios.
Mtro. Juan Carlos Hernández.
*Por Mtro. Juan Carlos Hernández A.
Cuando los europeos llegaron a las playas de América, a finales del siglo XV, no se encontraron con pueblos de igual civilización, ni de igual estilo de vida. La hispanidad es una palabra que demuestra rasgos distintivos dentro de una sociedad que se precia de ser y gozar de libertad en todo sentido; en México tenemos que, desde antes de ser constituido como tal, era ya una combinación de cultura prehispánica y que luego paso a ser nueva España.
Ello no impidió que, con la nueva España, se dejara la pluralidad cultural e histórica y de tradición de lado, porque fue la conquista de estas tierras la que realizó la valentía de hombres españoles, primero, luego ayudados con otras culturas indígenas, quienes con perspectiva de cosmovisión llegaron a Latinoamérica a civilizar y dar oportunidad de hacer el mestizaje: de la combinación del guerrero español con el guerrero Mexica, Zapoteca, Azteca y otros más.

No se perdió ni se ha perdido la cultura, aunque nos preciamos de ser, unos más y otros menos, mitad indio y mitad español. No hay forma de negarlo, convivimos en sociedad los unos con los otros. La base fue la unión matrimonial entre españoles e indígenas. Este fue nuestro destino que nos convirtió en la única raza cósmica, le llamó José Vasconcelos; somos la raza mexicana, el mestizaje, pues, con estas características, por cierto, muy nuestras y muy plurales, diversas y con mucho arraigo, eso sí, todavía.
¿Por qué debemos creer y renegar de nuestro pasado, indo-español? ¿Es válido culpar a otros de nuestra situación actual, después de 500 años? Pues ¿cómo pensar siquiera alguna comparación del país antes de la llegada de los españoles y saber invadidos, ¿“malamente”?, de una cultura que trajo progreso, en todo sentido; bueno, basta con leer a Carlos Alvear Acevedo (Curso de Historia General) para entender la historia, aunque sea un poco?
Si no estamos ciertos de la historia, la buena historia, cómo podemos aceptar opiniones diversas acechadas por ideologías y pedagogías sin sustento. Así no es posible avanzar, siquiera, un poco de cordura. Dónde están nuestros viejos maestros de excelencia en contarnos la historia. ¿Qué estamos enseñando ahora a estas juventudes?
España fue la primera potencia europea que identificó a los indígenas de los territorios descubiertos como hijos de Dios. Aún hoy, en 2020, presunta era de postcristianismo, más del 40% de los católicos en el mundo hablan español. A propósito del Día de la raza, este pasado 12 de octubre, deberíamos entender la trascendencia de esta fecha, pues algo debemos enseñar a estas nuevas generaciones, ahora jóvenes, más adelante futuro prometedor de nuestro México. En pocas palabras, somos, estamos y hemos heredado dos culturas, y ello no es opcional. Ya las tenemos, las vivimos hoy día y esto hace pensar que, como México y los mexicanos, no hay dos.
Unirnos, no separarnos, pensemos que nuestro país es y será grande, porque los mexicanos todos, somos así: fuertes, distinguidos, de corazón enorme, pero también aguerridos, competitivos y muy reconocidos; no es tiempo de mirar atrás, es momento de ver al frente, la hispanidad y la conquista tuvieron sí, sus altibajos, eso ya es historia, el presente y el futuro de nosotros mismos, está por venir. Amble lector, ¿usted qué cree?
*El autor es Maestro en Gestión Social y Políticas Públicas.